lunes, 22 de agosto de 2011

LA BODA DE MI MEJOR AMIGA (1)

Bueno, pues al final, y aunque la constancia no es una de las virtudes con las que Dios (ese habitante del planeta Namec que nos vigila) bendijo mi nacimiento, voy a intentar parir un blog. Y antes de empezar, he de agradecer a dos twitteros que me animaran a ello. Esto debe ser como cuando a los toreros que empiezan les dan la alternativa figuras consagradas. En este caso, mis padrinos son @cuervajo y @blancohumano. Gracias de nuevo.

Hace algo mas de un año que me casé. Y digamos que no fue una boda al uso. Una de esas que cuando acaba, la gente se te acerca y te dice "Estaba claro que esto solo podía pasar en tu boda". Así que he pensado que, para los que no me conozcáis personalmente, puede ser una buena forma de darme a conocer sin hablar mucho de mí, que es algo que ni me gusta ni se me da demasiado bien.

Poco antes de la boda, alguien me dijo que cuando eres chico y te casas, lo haces con quien tú quieres, pero como ella elige. Explico, para futuros novios. Lo único que yo pedí para esa boda fue que ningún tuno apareciese a 25 km a la redonda, ni el día de la boda ni las semanas previas. Adivinad quién apareció en la casa del pueblo de su futura esposa ramo de flores en mano, rodeado de 8 tunos y rondando a la novia el día antes de la boda... pues eso. Como ella elige.  

No pasa nada. Tampoco lo vio tanta gente y mi reputación es tan horrible, que no hay tuna que la empeore. Pasamos al día de la boda. Yo me casé el 10/7/10 es decir, el día antes a que este país experimentara la mayor sensación de unidad que se recuerda: el día que ganamos el mundial de fútbol. Y yo, que soy de natural nervioso, pensé que a partir de la semifinal contra Alemania, me empezaría la inquietud de boda + final del mundial + viaje de novios y que ya no me la iba a quitar ni Dios (otra vez el namequiano). Pues no. Puedo decir que fui la persona que más tranquila estuvo de las dos familias implicadas en el bodorrio. Tanto es así que mi última comida de soltero fue una carbonara de Telepizza entera para mí, porque mi padre y mi madre andaban subiéndose por las paredes y no probaron ni un bocado. Así que a las 16:15h y con la panza bien llena, emprendimos viaje al pueblo de mi futura esposa, a unos 45 minutos de Valladolid, tras recoger en casa de mis padres el traje y demás parafernalias.

Hasta aquí, todo normal. COMIENZA LA CHARLOTADA.

Camino del pueblo, en el coche de mi señor padre, mi madre se queda dormida. Inexplicable por el estado de nervios en el que se encontraba, si no fuera porque para evitar complicaciones que pudieran haberse dado en la boda, se había tomado (casi con el estómago vacío) un ibuprofeno, un antihistamínico y una lata de cerveza negra. Sí, mi madre fue la primera persona que sucumbió a los efluvios de Baco una hora y media antes de la ceremonia. Eso sí, con una lucidez espectacular, se le ocurrió un negocio algo sórdido pero que podría ser rentable: tanatorios para ateos. Sin cruces ni nada (en posteriores detalles, notaréis que mi madre hace parecer a Sole la de "7 vidas" una papaflauta de las JMJ).
Arribamos al Hotel a las 5 de la tarde, hora taurina donde las haya. Yo, al identificar los coches de mis tíos aparcados en la puerta del Hotel, y viendo que me quedaba tiempo de sobra, decidí tomarme una CocaCola con ellos, mientras hacía patria, con mi pantalón corto de cuadros y mi camiseta de la selección con el 1 de Casillas a la espalda.
Y se desató la tragedia. Mi madre, con los ojos como los de un gato cuando le das las largas, apareció en el bar del Hotel lanzando la siguiente pregunta: "¿Has traído los pantalones del traje?". Efectivamente amigos. En mi habitación del Hotel se encontraban americana, camisa, chaleco, corbata, gemelos, cinturón, calcetines, zapatos... y no había pantalones. Me quedaban 45 minutos para casarme y me habían dejado en calzoncillos. Por lo visto, la noche anterior, a mi madre le dio un ataque de plancha y no colgó los pantalones en la misma percha.
Analicemos la situación. Quedaban 45 minutos para la boda, y mis pantalones estaban a 45 minutos de distancia. No hay problema. Mi padre, poseído por el espíritu de Kimi Raikkonen se subió al coche y tras reflexionar en voz alta "la de puntos que le van a quitar a tu madre hoy", nos dirigimos de vuelta a Valladolid. A todo esto, yo llamé a esposa para comunicarle que marchaba de vuelta, pero que no se preocupase, que tenía intención de volver. Eso sí, habría que avisar al señor cura de que la ceremonia podría retrasarse un poco. Una vez recuperados los pantalones y de vuelta hacia el lugar de celebración de la boda, sufrí el único momento de nervios de todo el día. Estaba seguro de haber guardado los zapatos de la boda, pero anda que si estaba equivocado... (no os preocupéis, que si que los tenía).
Resultado final del 1er Gran Premio de Pedrajas de San Esteban. Pole, vuelta rápida y victoria para mi padre. Y yo subiendo a la habitación del Hotel a vestirme a falta de 4 minutos para la hora oficial de inicio del bodorrio.

Me estoy dando cuenta de dos cosas:
1) Esto, si lo cuento del tirón, me va a quedar larguísimo.
2) Parece un episodio de "24". Me rió yo de Jack Bauer.

Así que no os preocupéis, que hoy no termino la entrada. Pero "continuará"

4 comentarios:

  1. Jejejejeje... qué grande. O sea, que hicisteis un trayecto de 45 minutos en 45 minutos, ida y vuelta. Rediós.

    Bienvenido al maravilloso mundo del blog, donde algunos te leen, pocos te comentan, pero sueltas tus paridas y te quedas como Picolo.

    Un abrazo, majo. Ahora sólo falta que no te quedes en tan sólo una entrada.

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  2. Bienvenido al mundo del blog
    ¡¡como estreno ha sido genial!!!
    espero impaciente la continuación .
    Unbesazo

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  3. Y a tu esposa, "futura" en ese momento, no le dio un ataque de lo que fuera, porque eso le pasa a mi futuro y según entro a la iglesia-ayuntamiento-dondequieraquemecase le doy una epic-colleja que se queda redneck hasta la vuelta del viaje de novios...Me voy a leer la segunda parte, la cosa promete xDDDDDDDD

    BESOTES!!!!!

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  4. Lo que no cuentas es lo que Rainkonen y la Sole les dijeron a tus recientes Padres Políticos, nada más terminar el casorio. ¡ Que no se admitían devoluciones !
    En cuanto al relato de los kilómetros recorridos y el tiempo empleado, me parece que contarlo es una imprudencia, porque como llegue este relato a manos de la Benmérita, la Sole se queda sin puntos.
    Rainkonen

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