lunes, 12 de diciembre de 2011

LA BODA DE MI MEJOR AMIGA (y 3!!!)

Bueno, pues como ya os dije, la constancia no es una de mis cualidades. Si unimos a eso mi cambio de puesto de trabajo, que incluye (como su propio nombre indica) trabajo, mi pereza y demás, al final pasa lo que pasa, que casi termino de contar la celebración para las "Bodas de Oro".

¿Por donde íbamos?

Tras la celebración eucarística que terminó con el tradicional lanzamiento de arroz por parte de los invitados y con el novio utilizando uno de los setos de adorno como escudo, comenzó el ritual de fotos con familia cercana, familia lejana, amigos, amigas, parientes, parientas y demás invitados. De hecho, yo estoy totalmente convencido de haberme hecho fotos con gente que pasaba por la puerta de la iglesia que no tenían nada que ver con la boda.

He aquí una muestra:




(Aquí con mi amigo Jose, afortunado residente en Santa Cruz de Tenerife, que vivió una odisea de tres pares de cojones para llegar a la boda, con aviones averiados, cambios de aeropuerto y la madre que lo parió. Lo malo es que no pudieron venir ni su mujer, ni mi sobrina postiza, que es la niña más guapa de todo el archipiélago canario)

Bien, pues después de darnos por fotografiados con absolutamente todo el mundo, comenzamos una de las partes más absurdas que toda boda que se precie debe tener: EL REPORTAJE FOTOGRÁFICO.
Ese momento en el que haces cosas que nunca jamás en tu vida vás a hacer, como columpiarte vestido con un traje de Purificación García, poner la pierna en plan galán sobre una rueda de carro de madera mientras tu señora mancha su inmaculado traje blanco sentada sobre medio tronco de árbol o... (pausa dramática) que la fotógrafa te sorprenda sacando UN POMPERO DE "HELLO KITTY" para que lances pompitas a tu esposa mientras ella las explota con el dedito (y a la inversa. Con la inversa me refiero a que ella lance las burbujas y yo las explote, no explotar esposas con el dedo mientras las expulsa un pompero). Vamos, una cosa de lo más normal, lo lógico, lo que haces cualquier tarde con tu pareja, nada cursi. Yo los sábados siempre hago eso con esposa. Después damos un paseo en barca, comemos algodón de azucar y damos de comer a unas ardillitas que corretean entre nuestras piernas.
Como entiendo que puede ser difícil de creer...

(Preciosa imagen, ¿eh? ¿Que es el matrimonio sino explotar las burbujas que el otro fabrica? METAFÓRICO, SIN DUDA)
Y esta otra foto la tengo que poner, para que veais lo que NO HAY QUE HACER EN UN REPORTAJE:
SUPER DIVER!!!!!

(Que cosa más casual. Yo es que estaba deseando salir de la Iglesia para irme corriendo a los columpios. A la salida del cole me pasaba igual...) 

Bueno, pues cuando ya pensaba que no podía haber nada más absurdo y resonaban en mi cabeza las carcajadas de mis amigos al enseñarles el album de las fotos, se encendió una luz en mi sentido aracnido-chorra-maligno. Muchos de vosotros, amigos, ya conocéis la instantánea, pero era una oportunidad que no podíamos dejar pasar: teniendo en cuenta que al día siguiente se produciría el momento más importante de la historia de España en los últimos 100 años (ni transición, ni primeras elecciones ni hostias. FÚTBOL COPÓN), no pude por menos que pedir a Espo que participase en mi particular homenaje a "La Roja" (y con "La Roja" esta vez no hablo de mi madre, sino de la selección de fútbol). Y sí, esta foto está incluída en el album de la boda:
Ojo a los niños en chichas celebrando el gol (que fue gol, eh??)
Así que ya veis, amiguitos, lo primero que le metí a mi mujer estando casado fue un gol  hice estando casado fueron fotos subnormales.

SIGUIENTE ETAPA: LLEGADA AL RESTAURANTE.

Bien, a partir de ahora todo es más corto. Llegamos a la cena. Una de las cosas que mi mujer me dejó elegir fue la música de la boda. Así que aproveché, y como entrada al salón de bodas, subiendo unas escaleras muy bonitas hacia la mesa presidencial, sonó esto:


Luego cenamos. Muy rico todo. Y durante la cena, jugamos un rato a "paella". Obviamente, en una boda elegante y distinguida como fue la nuestra, mi mujer era "almeja". Yo creo que "langostino". Mi abuela y los amigos de mis padres creo que no entendieron muy bien la mecánica. La cena, amenizada por los tradicionales gritos de "que se besen, que se besen", "que se besen los padrinos" y otros más trabajados como "Raqui es nuestra Pataki" o mi suegra, que entre lágrimas gritaba a su hija "¿Por que lo has hecho, por que tiras tu vida por la borda así?"
Y llegó otro momento "freak": el corte de la tarta. "Freak" por dos motivos:
1) Porque el restaurante nos obsequió con una ELEGANTÍSIMA réplica de... LA ESPADA DE WILLIAM WALLACE!!! (Muy metafórico también, teniendo en cuenta que me la regalaron el día que no me quitaron la vida, pero me quitaron la libertad...)
2) Porque los del restaurante no me dejaron llamar a las mesas por los nombres de las "Estaciones Dharma" (ya sabéis, frikis de "Lost": la Perla, el Cisne, la Hidra...) porque decían que los camareros se podían liar, así que me tuve que resarcir poniendo esto como canción para el corte de la tarta:

Hay también alguna foto utilizando la espada para entrar a matar a alguno de los invitados que se prestaban a hacer de toro. Incluso una en la que dos amigos me llevan a la "silla de la reina" mientras yo hago de torero empitonado gritando "la cornada tiene dos trayectorias doctor, en sus manos me pongo, corte por donde tenga que cortar" (gracias a Dios no las encuentro!!)

Y ya cuando bajamos al salón de baile... toma vals nupcial!!!!
 
Yo era Bella, claro está.

Y poco más os tengo que contar!!! Que se nos alargó la fiesta, que no me acordé de llevar mi camiseta con el lema "You´ve got it blondie" que había hecho especialmente para la ocasión, que llegamos al Hotel a las 8 de la mañana (con unas heridas en los pies por culpa de los zapatos de tres pares de cojones), que nos habían metido el colchón en la bañera, y que a la mañana siguiente (para que os vayáis haciendo una idea de lo que es el matrimonio, amigos solteros), cuando amorosamente dije a mi esposa recién levantada, mientras ella iba al baño "Cariño, me tienes que ayudar a meter tu vestido en la bolsa", ella me contestó "Ni cariño, ni hostias". ESO ES EL MATRIMONIO.

1 comentario:

  1. Macho por lo que has tardado en contarla, ya fue larga.
    pero al final esos recuerdos siempre ayudan a superar los malos ratos

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